Ser embajador de una fundación, y más de la Fundación Iñaki Ochoa de Olza – SOS Himalaya, es mucho más que un simple nombre; es la oportunidad de convertirse en la voz de una causa que busca transformar las vidas de la población nepalí. Y es que los embajadores juegan un papel clave en conectar la misión de la fundación con la ciudadanía en general, generando conciencia solidaria y motivando a otros a unirse al esfuerzo, ya sea en forma de colaboración, donación, o cualquier otra forma de ayuda.
Su trabajo no solo amplifica el alcance de las iniciativas, sino que además inspira a otras personas a realizar aquello que esté en su mano para ayudar, uniéndose en un propósito común de impacto positivo. En la Fundación Iñaki Ochoa de Olza-SOS Himalaya, contar con embajadores comprometidos nos permite dar a conocer nuestros proyectos, mantener viva la memoria y los valores de Iñaki y llegar a personas que, de otra manera, nunca podrían haber oído hablar de nosotros.
A continuación, respondemos a algunas de las preguntas más frecuentes sobre el papel fundamental de embajador de una fundación.
¿Qué es y qué hace un embajador de una fundación?
Un embajador es un representante externo de la Fundación que visibiliza el trabajo que realizamos, tanto en nuestros proyectos, a los que dedicamos el día a día, como en eventos y actividades puntuales de difusión de nuestro trabajo. Su labor consiste en hablar sobre nuestra actividad en Nepal y contribuir a que más personas conozcan aquellos proyectos que desarrollamos especialmente en el ámbito de la sanidad y la educación.
¿Cuáles son las responsabilidades principales de un embajador de una fundación?
La principal responsabilidad de una persona embajadora es dar a conocer el trabajo de la Fundación entre sus compañeros y compañeras, amistades y entornos cercanos. Esto puede hacerse de forma informal —simplemente hablando sobre nuestros proyectos o compartiendo nuestras publicaciones en redes sociales— o ayudando a nuestra participación en eventos solidarios, ferias, charlas o encuentros organizados en colaboración con otras entidades.
¿Cómo puedo convertirme en embajador de una fundación?
Cualquier persona que difunda nuestra labor de forma activa y comprometida puede considerarse una buena embajadora. No obstante, si estás interesado o interesada en formalizar tu papel poniéndonos en contacto con otras entidades para organizar actos, puedes ponerte en contacto con nosotros escribiendo a fundacion@soshimalaya.org. Estaremos encantados de hablar contigo y facilitarte materiales e información para que puedas compartir nuestro trabajo.
¿Qué habilidades necesita un buen embajador?
Un buen embajador necesita:
- Conocer los proyectos de la Fundación Iñaki Ochoa de Olza-SOS Himalaya, así como su historia.
- Mostrar empatía y compromiso con los valores de cooperación y justicia social.
- Tener habilidades de comunicación para explicar nuestro trabajo de forma clara y cercana.
- Mostrar iniciativa y capacidad de motivar a otras personas.
No es necesario tener experiencia previa, pero sí voluntad de contribuir desde lo que cada persona pueda aportar.

¿Cuál es el impacto de un embajador en nuestra fundación?
Los embajadores son esenciales para el crecimiento de la fundación. Gracias a ellos, nuestra voz llega más lejos: se suman nuevos socios y socias, se recaudan fondos y, de manera más concreta, se apoya la educación de niñas y niños en Nepal, por ejemplo, con las becas Iñaki.
Una conversación, una publicación en redes sociales o una pequeña charla entre amigos, a priori gestos poco importantes, pueden tener un efecto multiplicador que transforme vidas en el Himalaya.
¿Un embajador trabaja a tiempo completo o es voluntario?
Ser embajador es una labor completamente voluntaria, por lo que no requiere un horario fijo ni dedicación exclusiva. Cada persona puede colaborar de forma puntual, en función de su disponibilidad y motivación. Es una manera flexible y valiosa de sumarse al cambio desde donde estés.
Los embajadores, al igual que las personas voluntarias, no reciben ningún tipo de compensación económica. Sin embargo, sí obtienen algo mucho más valioso: la satisfacción de colaborar con una causa justa, de transformar la vida de otras personas, de mantener viva la memoria de Iñaki Ochoa de Olza y de formar parte de una comunidad solidaria que cree en un mundo en el que todas las personas tengan los mismos derechos.
¿Cualquier persona puede ser embajadora de una fundación?
En el caso de la Fundación Iñaki Ochoa de Olza-SOS Himalaya, valoramos que las personas embajadoras tengan un conocimiento previo de nuestra labor. Es importante haber colaborado con nosotros en el pasado o haber seguido de cerca nuestros proyectos para poder representarnos con fidelidad, empatía y coherencia; sabiendo lo qué hacemos y cómo lo hacemos.
¿Qué diferencia hay entre ser voluntario y ser embajador de una fundación?
La diferencia principal radica en las funciones:
- El voluntario suele colaborar en la organización y ejecución de eventos o tareas específicas, como la logística, montaje o atención al público.
- El embajador actúa como altavoz de la Fundación, visibilizando nuestro trabajo en su entorno y generando nuevas redes de apoyo.
Ambos perfiles son imprescindibles y complementan el trabajo que realizamos.
¿Cómo se mide el éxito de un embajador?
El éxito de un embajador no se mide en cifras ni estadísticas. A veces basta con que una sola persona se haga socia, realice una donación, beque a un niño o se interese por colaborar, para que esa labor haya merecido la pena.
Cada gesto, por pequeño que parezca, contribuye al crecimiento de la Fundación y al bienestar de las personas a las que ayudamos. Y eso, sin duda, es la mayor recompensa.
¿Y tú? ¿Quieres ser embajador o embajadora de la Fundación Iñaki Ochoa de Olza-SOS Himalaya, nuestra Ong en Nepal?
Habla de nosotros, comparte nuestras publicaciones en redes sociales o encuentra entidades con las que podamos colaborar para ir a contar nuestros proyectos a otros lugares. Juntos podemos llegar más lejos.